21 octubre 2005

Poupurri de seudo-aforismos y otros entremeses



las minas del rey salomón
a minita
nacen pepitas de oro en las montañas. florecen centelleos tenues y delicados que emergen de sus profundidades. ella ubica la sombra que brilla en los rascacielos y yo puedo caer desde su magnífica belleza. el rito impera rematado entre sus cartas. sus visitas a este templo incógnito que me anida eleva esa montaña de luminosidad que reina en el extremo pacífico. la ceremonia, sin embargo, se atrasa cada vez más cada año. un día decidiremos que los seres humanos actúan sólo en forma pedrosa y dios debería dinamitarnos. la naturaleza, a pesar de, radica más en la benevolencia. crea volcanes, y como nosotras, se conforman con lanzar fuego por la boca.

el misántropo
el asiento continuo continúa vacío. la sombra se ha venido a depositar, con rebeldía, a dos metros de distancia, que es casi el infinito. el odio corta lo salobre del espacio. se entrecruzan cuchilladas de miradas lácteas entre ellos y el misántropo siente que un pedazo de sí mismo se desprende de él y se aleja.

error de precisión

galileo galilei aprovechó una equivocación. el mundo no se mueve, los que se mueven son los autómatas.

de lo efímero y otras falacias

disculpando a los filósofos, dudo que la nada exista. ocuparía demasiado espacio para no verse.

insomnio
dormir sin sueño, sueño dormido dormitando soñar en un ensueño tropical, sin dormir con sueño, sueño despierto, soñoleando dormir entre tus fríos brazos.